martes, 20 de mayo de 2008

Floriano Martins



Traducción del portugués al español: MARTA SPAGNUOLO

COLORES EN SOBRESALTO

Miro cómo pasas por mi cuerpo,
cómo repartes el abismo y me estremezco.
Siento el frescor del semen, sus planos
viscosos poblando mi piel.
Sueño con tus peces olvidados
dentro de mí, tu árbol silencioso,
y un teatro de dedos ocultos descifra
cada vértigo mientras suelto el cabello
y me pesas como un tesoro empapado.
Dentro de cinco escenas me desmayo o finjo
(después me pides que repita la caída).
La cama se arrastra por todo el cuarto.
Acecho los pasos furtivos del deseo,
y cómo me modelas tu ilusión más fiel.




CORES EM SOBRESSALTO

Olho como passas por meu corpo,
como repartes o abismo e estremeço.
Sinto o frescor do sêmen, seus planos
viscosos povoando minha pele.
Sonho com teus peixes esquecidos
dentro de mim, tua árvore silenciosa,
e um teatro de dedos ocultos decifra
cada vertigem enquanto solto os cabelos
e me pesas como um tesouro encharcado.
Dentro de cinco cenas desmaio ou finjo
(depois me pedes que eu repita a queda).
A cama se arrasta por todo o quarto.
Espreito os passos furtivos do desejo,
e como me moldas tua ilusão mais fiel.


SOLEDAD ENTREABIERTA

Rasguño tu bulto por dentro de la noche.
Voces cavadas en el fondo de un bosque,
ramas de fuego desatadas mientras esperas
que árboles resurjan de la memoria vacía.
Quemo tus sombras sin que me toquen.
Hay fulgores desencontrados que confunden
los abismos de tu ser, resumen de caídas,
piel rasgada, fragmentos de fuga olvidados
entre las ropas en desuso en el armario.
Ya no me escuchas en el horror de tu silencio.
Traduces como mías las cenizas de otro amor.
Me defiendo de los brazos de tu incierto blanco.
Yo aún te quiero en mis ruinas sollozantes,
pero me escapas como una tiniebla muda.



SOLIDÃO ENTREABERTA

Rascunho o teu vulto por dentro da noite.
Vozes cavadas no fundo de um bosque,
ramos de fogo desatados enquanto esperas
que árvores ressurjam da memória vazia.
Queimo tuas sombras sem que me toquem.
Há fulgores desencontrados que confundem
os abismos de teu ser, resumo de quedas,
pele rasgada, fragmentos de fuga esquecidos
em meio às roupas em desuso no armário.
Já não me escutas no horror de teu silêncio.
Traduzes como minhas as cinzas de outro amor.
Defendo-me dos braços de teu incerto alvo.
Eu ainda te quero em minhas ruínas soluçantes,
porém me escapas como uma treva muda.

GENEROSO HECHIZO

Escucho en mí tus pasos inaccesibles
testimonio de ansias y caricias fluyentes,
formas asombrosas que abrigan tu rostro.
Te arrastras con una evidencia de párpados,
simulas un doble y su sombra reflejada.
Estás frente a mí y juegas con tu mirada:
pequeñas piedras posadas en el lecho del río,
pez vibrante que es también el tallo sagrado
de la selva de encajes que vislumbras en mí.
Agua y fuego reescribiendo tu nombre, la guía
de fuentes insospechadas por todo mi vientre.
Caminamos como un hechizo en cuyos labios
la fiebre desviste sus hongos, alternando
las rocas; donde fijo tu gozo, fijas mi risa.





GENEROSO FEITIÇO

Escuto teus passos inacessíveis em mim,
testemunho de ânsias e afagos fluentes,
formas espantosas que abrigam teu rosto.
Rastejas com uma evidência de pálpebras,
simulas um duplo e sua sombra refletida.
Estás diante de mim e jogas com teu olhar:
pequenas pedras pousadas no leito do rio,
peixe vibrante que é também o caule sagrado
da selva de encaixes que vislumbras em mim.
Água e fogo reescrevendo teu nome, o guia
de fontes insuspeitas por todo meu ventre.
Caminhamos como um feitiço em cujos lábios
a febre despe seus fungos, alternando
as rochas: onde fixo teu gozo, fitas meu riso.

Liliana Aleman: tres poemas




Testigo

La sombra de un cuerpo que no está
se aproxima,
invade el deseo,
lo recluye.

Ante el espejo
el rostro, y
aquello que a la vista se pierde.

Ante uno, voces
de un eco sin tiempo,
pasiones tatuadas
por la memoria ociosa.

Uno, al final,
la anatomía de un sueño.


Carrusel

La plataforma gira
y nos refleja
después de todo
ves aquel paisaje
uniformado
el atardecer
tus manos inmensas
mi juego
un momento turbio
el mosquito
partido al medio
pobre
sobre el brazo
desnudo
se agita
mi sortija.


Halo gris

La neblina
encauza el ritmo de las cosas


en lo propio
todavía está

ese hinojo
partido
sobre la mesa
un borde
de moscas enfermas


y la polución que aparece

con los cuerpos vencidos


algo frío


plata plomo latón.

María Rosa González Bruno





MODO DE MUJER


“ungüento derramado es tu nombre”
Cantar de los Cantares 1,3

Acaricia en las sombras
el silencio
pero la hora es llegada
y de alumbrar
lo que todo fue
inmolación.

En soledad
cuando toda la vigilia
desciende por los ojos
y arrastra por hilvanes la memoria
recompone la figura
hueca estrella del agua
amaneciendo desoída.

En sus manos
alguien
admitiría lo que resta:
hay una eternidad
de palabras que soportan
un modo de mujer
un solitario duelo
un solo
irremisible
no yo
un dormir apagado
sin la mujer
vagante
por los lienzos de otra sombra.

Enciende lo amargo de la trama
- aceite derramado es su vocablo -
ora sobre la fuente de su cuerpo.


Este poema obtuvo el 1º Premio “Leopoldo Marechal”
del Concurso de Poesía 1993 del Centro de Artes y Letras “San Telmo”.

Patricia Araya




HE NACIDO

He nacido en el jardín de la creación
donde la rosa fue mi madre
donde la raíz fue una estrella.

He aprendido a caminar en el universo
donde las reglas las puso la existencia
donde el juez final, es la muerte.

Me he dejado plantar semilla
en la inmensidad del amor
donde el milagro ha nacido.

He visto crecer la vida vertiginosa
donde se quedo prendida en un segundo
donde la memoria del tiempo me persigue.

Heme aquí brillando con luz propia
donde voy alumbrando con luz de luna
donde soy reminiscencia de mi padre sol.

He dejado huella como lucero,
donde van orbitándome todos mis pasos
donde mi descendencia va tras mi universo.

He nacido creada a semejanza
soy árbol destino en constante evolución
en sus hojas va descrito mi espíritu.

He perdurado en el jardín de la creación,
donde en toda su esencia, y en toda su magnitud,
el verbo se hizo voz, llamándome “MUJER”




ELLA, IGUAL A TI

El ímpetu galopa arrogante complacido
Arremetiendo en la cima del tiempo.
Cabalgando sobre la frescura de la piel
donde la humedad de la vida gotea,
pezones erguidos de lujuria yacen efervescente
Ella vibrante, divina, contagia su naturaleza
atrayendo bajo hacia su falda grito universal,
grito placentero y gemidos en celo
donde orgasmos se hacen lagos, ríos, mar
a prisa su falda va antes que el ocaso caiga,
donde el llamado se anuncia sonriente
el útero se contrae, expande y responde.
El tiempo espera transparente incólume
la plenitud se encuentra con la vida.
Ella pensar ofrece la manzana, él la recibe,
ella sentada sobre pueblos y ciudades ahora
ella sentada sobre fuego, amago y más fuego,
ella tras su galopada instintiva germina.
Amazona guerrera va hacia la montaña
el ojo universal en el clímax de la contemplación
no puede más que sonreír.




MI CORAZÓN VA DANZANDO

Mi corazón va danzando
entre nubes y arena tibia;
las plantas de los pies llevando el ritmo
musical el corazón de la tierra

Danzo al sol padre una melodía,
la montaña me hace ronda
el mar castañuelo cítara este día
vaivén de olas en ritmo universal


El río llevándome de la mano al mar
laguna de nenúfares tranquila aplaude mi baile
lavándome los pies con su agua clara

Los árboles hablan conmigo el idioma del viento
yo les respondo poniendo oídos a sus palabras.
ellos los árboles guardan la noche y el firmamento

Ellos los árboles son mis ancestros me cuidan,
ellos los árboles, son mis raíces. Yo sus brazos
ellos los árboles hacen nido para que mi alma duerma.

Mi corazón despierto dando gracias al divino
sueño que voy al unísono con el todo
mi corazón va danzando
la vida canta como pájaro; yo sonrío.

domingo, 18 de mayo de 2008

Poemas de Rolando Revagliatti



AÚN HOY


Logré que sucediera
y no sólo una vez
sino dos

y que una de las veces
fuera memorable

El alcance de mi logro
aún hoy
me devuelve al suceso.


*


ENCONTRADORES



Buscadores
encuentran
enemigos
a quienes
combatir

Buscadores encuentran
"lo" enemigo
a lo cual combatir

Enemigos encontrados
los combaten
a los buscadores.


*


PERO TAMBIÉN


Las hermosísimas
pero también los hermosísimos
me anonadan
pero también & aunque parezca lo mismo
me apabullan
con su hermosura

casi como reverso del horror:
no sólo fascinación desacomodante:
otro horror.

Aldo Luis Novelli




ANTES DEL FINAL


Estoy solo.

Quiero escribir todas las páginas del mundo
leer la cifra secreta oculta en el agua primordial
cantar el canto nuevo de la nueva humanidad/
cantar sin tiempo un canto de lluvia y empaparme la cara
y la sangre de agua fresca/ del agua clara que baja de la cima.

Y me pregunto: ¿por eso estoy aquí?
en medio del desierto rodeado de gente que no conozco.
¿Conozco esta gente? ¿me rodea y me habla a mí? ¿a quiénes hablan?.

Quiero decir estos poemas con la voz de un pájaro y el zarpazo de un tigre.
¿Qué son estos poemas? ¿qué es eso que llaman poesía?
Clasificar el mundo y sus objetos
y ponerle número a cada cosa es la religión de los tiempos.
Una legión de fanáticos caminan detrás de los objetos.

El arte es el opio de los pueblos dicen los nuevos pastores
¿existe el arte? ¿el pueblo?
¿dónde están los pastores de este inmenso rebaño de ovejas?.

¿Por qué estoy aquí? ¿porqué aquí y no allá?
allá donde el sol broncea el cuerpo de felinas mujeres
o más allá/ donde el hombre inventa distintas muertes cada día/ todos los días.

Estoy solo/ busco amor.
Quiero ser el amado.
¿Me alcanzará?
¿Me alcanza esta soledad para escribir el poema total?/
ese aleph/ ese inalcanzable.
¿O el amor y el deseo de una dulce obrera del mercado
es el fin de todas mis utopías?
naranjas papas y manzanas en sus manos sucias y sus jugos en mi cuerpo
y sus ojos admirando mi palabra/ mis sombras/ mis castillos de humo.

¿Para qué nacer amar desamar y morir?. ¿para qué Dios de los vencidos?
dime Dios ¿para qué?

Quiero ser el amado/ el bienamado/ el más amado.
¿Y el paraíso terrenal/ la revolución/ la súper hembra/ el gran polvo?
y buscarte en lo alto/ más alto que los fatuos cielos

¿dónde estás padre?.

¿Y los hombres/ la libertad/ los ideales supremos/ la loca utopía...?.
¿Qué hago acá en este punto infinitesimal del cosmos
intentando trascender con palabras demasiado gastadas?

¿Y los hijos? ¿y esta sangre que me sucede como revolución ansiada?

Hombre que inventa religiones/ mecanismos/ discursos/ fantasmagorías
¿porqué y para qué el poema? ¿dónde la poesía?
¿ese arco tensado entre dos estrellas ilusorias?
¿dónde la flecha que atraviesa esta eternidad de instantes?

la poesía: esa oscuridad/ luz/ pensamiento/ genio encerrado en una botella/ todo y nada.

¿Detendrá mi palabra algún día la bala del suicida o el asesino?
¿es necesario el poema/ el poeta/ el inventado/ para detener esa bala?
¿justificará ese instante el poema?
¿la miseria del mundo/ el hambre/ la muerte sin sentido?.

Estoy solo/ sin padres/ sin hijos/ sin amada en medio de la noche cósmica.

Estoy temblando.
Voy a morir.

¡Pero antes voy a salvarme!.

¡Antes escribiré el poema que frenará la bala
de la infinita tristeza del hombre!.-




Un furibundo abrazo patagónico
aldo luis novelli.-

Elegía de la propia muerte



Llueve.
Mi abuela -orensana ella- decía que llovía
Cada vez que los muertos lloraban.
Lágrimas de muertos no son lágrimas de vivos, repetía.

Percibo, escucho el llanto de los muertos.
Desde Ransés II hasta Albert Einstein;
Desde el hombre tribal que hizo pan del trigo,
Hasta el Ona patagónico.
Desde Espartaco hasta la tristeza triste
que partiera el corazón de Neruda(Pablo, claro).

Percibo, escucho el llanto de los muertos.

Llueve.
La muerte cae sobre valles y montañas.
Desliza su rutina sobre el camposanto virtual
de ríos y de mares.
Se lleva al hombre de la estepa rusa
y a los nómades del Sahara;
al gaucho de las Pampas
y también a los asesinos de negros de Missouri.
No hace consideraciones entre el genio de Cervantes
y un proxeneta;
entre Beethoven
y cualquier sepulturero.

De manera inasible y silenciosa
penetra nuestra arquitectura
(el arsenal de la muerte:-virus y bacterias-
transforma al Pentágono en una caricatura)
colocando barrenos en los huesos;
dinamita las columnas de nuestro hábitat
como un francotirador de la sangre
disparando sus infinitesimales misiles
sobre nuestras células.
Descifra nuestros códigos genéticos
y se abate como el jinete negro del Apocalipsis
sobre la inocencia de nuestros glóbulos rojos.
A veces ejerce un sadismo feroz
hurtando las plaquetas blancas
y envenenando los eritrocitos de la sangre
de la Santa inocencia de los niños.
Y en un día cualquiera
en una hora cualquiera-soberana predadora-
activa las bacterias asesinas
y penetra en el gran comando central de nuestra nave
apagando –insensible- nuestros soles interiores.

“Yo soy la gran Patriarca de la Vida (nos susurra antes de destruir la última luz del intelecto);
Tengo control sobre un etnóforo
pero también digito tu vida(la vida del más presuntuoso espécimen del Cosmos)imponiendo las leyes de la existencia sobre el fallido experimento humano.
También lo hago sobre los vegetales e incluso con las rocas.
¡Ah, nada es comparable al placer de convertir la gigantesca montaña en un grano de arena!
Tengo potestad sobre asteroides y planetas.
Todo lo controlo, desde un collar de insectos hasta el latido de infinitud de estrellas; desde un quásar y un pulsar, hasta el conglomerado de millones de galaxias.
Yo soy la gran Patriarca de la Vida.

No todos me desprecian o me odian…
Me aman los suicidas y los hacedores de las guerras;
me aman los ocultos empleadores de Reyes,
dictadores y generales;
me aman el egoísmo y la codicia-inefable receta que hace más ricos a los ricos.
Me aman los cómplices de la sangre
y también los cómplices del hambre.
¡Bien por esos señores poderosos que detentan las patentes de las semillas transgénicas!

Me aman los rostros visibles e invisibles
de los dueños de los grandes laboratorios medicinales.
(con ellos siempre me aseguro una buena cosecha de cadáveres).
Me aman aquellos que usufructúan el nombre de Dios
para justificar los crímenes generados por el odio y el resentimiento-por otra parte, razonables.

Me ama Harry Truman(aunque a veces se revuelve en su tumba);
me ama desde aquella noche en que tomé las neuronas de su sueño
para sugerirle los temibles nombres de las ciudades
condenadas al fuego de todos los fuegos.

Me ama Lucifer;
el cavador de tumbas;
el Sureño de 5 estrellas
egresado de West Point,
el mismo que hizo realidad su particular sueño
de “Las mil noches y una noche”
torturando ciudadanos en Bagdad.

Me aman los asesinos a sueldo;
y por supuesto George W. Bush(padre e hijo);
me aman los Barones de la droga
que atiborran de oro los paraísos fiscales
asesinando el futuro de jóvenes y niños.


También me aman los alquimistas modernos
creadores de la nanotecnología.
Me aman mientras manipulan la materia.
y también soy respetada
por la hermandad de Yale
que se escuda en los Skul&Bones.
Soy venerada por el grupo Bleidenberg
y la familia Rockefeller.
Me aplauden de pie
los anónimos dueños de la Reserva Federal.
.

Me ama Brueghel (el viejo)
y el Goya desquiciado de esperpentos.
Me aman Verdi y Mozart
(a quienes agradezco sus grandiosos Réquiem)
Lovecraft y Niestche;
los empresarios de Pompas Fúnebres de la Tierra
y todos los testaferros del Nuevo Orden Mundial.

…Tú también debieras amarme
humanidad infecta y execrable.
Después de todo,
yo hice germinar la idea de un Dios
en el espíritu del hombre…
para evitar los suicidios en masa.

Tres cortos de Liliana Alemán



1

Mientras


Miles de olas nocturnas abrían el kimono de la mujer de los labios azules. En otra parte de la ciudad, un hombre solo esperaba cubrirse con sus sombras en el desencantado instante de cambiarle las pilas al control remoto de la televisión.



2

La longitud de un deseo

Había hecho la promesa de no volver a afeitarse hasta que se le cumpliera cierto deseo. Bien, pero el tiempo, y el largo de la barba un poco blanca ya, lo llevaron a reconsiderar el asunto. Claro, ahora él era incapaz de recordar su deseo. Sin lamentaciones consideró la conveniencia de quebrantar una promesa. ¿Qué marca? Eso, ¿qué marca sería la mejor?, pensó en acto firme de dirigirse a comprar una efectiva maquinita doble track.

3

Palabras con provenzal

Por más que lo niegue ella seguirá creyendo que las cosas no son así. Sólo porque son así, adulteradas, un mundo al revés, fuera de borda, me reprocha cuando la mesa se tambalea. Importará poco pero sus palabras se vuelven espaciales, lumínicas, rocallosas. Ruedan por el plato, saltadas al ajo y perejil. Me levanto a buscar el salero. ¿Acaso estoy ciego? Lo tengo delante de los ojos, cerca del plato, alcanzo a oír mientras abro la puerta.

Tres poemas inéditos de Carlos Barbarito



1

Podría decir esto fue todo...

Podría decir esto fue todo;
qué fácil sería entonces para el fuego,
ardería desde la carne hasta los huesos,
qué fácil sería para el hielo,
helaría hasta la mínima sombra,
el más fugaz de los reflejos.
Podría olvidar ni nombre,
perder la memoria, quitarme las ropas,
cambiar el idioma por el aullido,
dejar que el viento me arrastrara
hasta el fondo más oscuro;
qué difícil sería entonces para el árbol
sostenerse sin raíces,
qué difícil para el deseo
desear sólo la niebla, el humo, las cenizas.


2

6 de febrero de 2007)

¿Puedo decir yo sin perderme, ser fantasma,
sin plantar un abismo de lengua oscura,
sin espantar al árbol de los frutos como rayos,
respirado todo el éter, sellado el artificio,
sangrada la música y roído por el sol el colmillo?
¿Puedo decir yo, ahora, mañana,
ante tormentas y senos, oxidados edictos,
la sombra que simula ser carne,
un dios siempre singular, tan virgen como hambriento?




3

¿ Por qué la aguja en lugar del abrazo..?


¿ Por qué la aguja en lugar del abrazo,
en qué círculo de qué infierno
residen el imposible desnudo,
la imposible dulzura? ¿ Por qué
nunca el rastro del caracol sobre el vidrio,
el retorno del olvidado instrumento,
otra casa para la infancia,
el vuelo del colibrí antes de la noche?
¿ Hacia dónde la imploración,
la analogía, el cansancio,
lo que sentí puro, libre, a salvo?
¿ Nací yo de un vientre,
como todos? ¿Cómo llegué a él
si yo siempre carecí de piernas
y adelante la dilatada selva?
Entonces, ¿ quién me llamó como me llamo
y, al hacerlo, me lanzó
a la tierra pelada, el fruto sin fibra
en la boca? ¿ Quién
me dijo éste es el sol,
ésta la luna, ésas las estrellas
y ésta, hijo, el agua que sacia
y todo, todo lo ocupa ?

De Soledades y de Abismos



Tríptico


1

COMO UN ARMA


Duerme en el misterioso verde de su cofre
a lo amado convoca / la memoria
como un arma / la mariposa
de ofrenda en ofrenda /
el rito de volar.


2

EN DELEITE

Silencio
antes de despertar
la mariposa
abre sus ricas nervaduras
portento del aire
y desprendida.
Por un golpe de magia
aprendió cómo
salir al espacio en deleite
a no ocultar
resplandores de la luz
a huir
por tramos desgarrados
con el instante en la memoria.

Hilandera de sí misma
a punto la seda
enciende la máscara de polvo
y desde el ojo de ámbar que la habita
asume la transfiguración
de la palabra.


3

LAS ALAS


Parte
de memoria / en memoria.

Tiembla
la palabra en las alas
al llegar.
El encuentro / no más que mariposa.

Sobre lo dilatado en blanco
deja caer la última / huella
imperceptible.

Tres de Gustavo Tisocco



1

Irme de mí,
de los espacios y el encierro,
dejar las noches,
trepar avatares de polvo
ser por un instante nadie,
olvidar las dudas,
los anhelos y certezas.

Irme de todo y de nada,
ser isla entre edificios de piedra,
pernoctar el silencio y los miedos,
descubrir lo ínfimo, lo gigante,
estallar de risa,
sangrar viejas cicatrices,
ser en el preciso instante exilio.

Irme y retornar rebelde,
ser simple mortal,
equivocarme,
hundirme en el barro,
ignorar los espejos,
sentir todo el dolor,
vibrar con cada melancolía.

Irme y retornar emoción,
acariciar el suelo,
ser semilla, sendero e instinto,
inquietar a las estatuas,
embriagarme de musgo
y quedarme en mis derrotas
aplaudiendo.

Irme de mí,
retornar a lo que soy.


2

Juguemos en el bosque
si la bestia no está.

Si el lobo está
juguemos a la escondida.

Si te encuentran
jugarás a la mancha de sangre.

Aunque la sangre no veas
jugando al gallito ciego.

Si ríes, con la venda en tus ojos
irás a la ronda de San Miguel.

Allá en el cuartel olvidarás
direcciones, nombre de amigos
y perderás al ahorcado.

Una señorita de San Nicolás,
que sabe tejer, que sabe bordar
no quiere abrir la puerta para ir jugar.
Inquieta espera que regreses,
pero en la rayuela llegaste al cielo.


3

ORUGA

Me increpo en el piso,
me arrastro,
sé del frío,
del cemento,
la pradera.

Ignorado
bestial
insignificante
partícula ínfima
alimento de águilas.

Paciente
previsor
calmo
certero
vital.

Aguardo...
Me crecerán alas, lo sé.

Utopía y el otro Cristo



UTOPÍA

Si pudiera de golpe
arrinconar olvidos y semanas
junto a los nidos de agua
de mi secreta cáscara.

Si lograra arrojar
en las islas neutrales
las cenizas que muerden el árbol y las lágrimas,
y pudiera dejar que una ecuación rotunda
insertase su atmósfera de pétalo
en cada pabellón desamparado;
empapada de estrenos sobre un licor tardío
bebería las notas
de un festival de espigas y de vuelos.

Pero apenas soy sangre
que retumba en los muros
de la piel cotidiana,
y en mis hombros fatales
amamanto a una araña de sal
que desvaría.


EL OTRO CRISTO

Como un tren enceguecido,
la metralla hace surcos
entre el incienso y la afonía de los ruegos.
Nadie les da pan
ni explicaciones.
Las ánforas del llanto
se han secado,
y otra luna de vidrio
rasga el cristal
en la busca de ojos y de abrazos.
La calle grita sola,
y entre los despojos que muerden,
un maniquí de estopa,
arrastra todavía una bandera.
Pesa un minuto absorto;
y de rodillas,
implora por la paz en la mañana.
En un vagón de esquirlas,
las piedras del silencio se entrechocan.
Un Cristo ciego ha cruzado sus brazos.

(Poema presentado en la apertura del Festival de Poesía por la Paz, París 2007)

Tres poemas de Floriano Martins



Traducción del portugués: Marta Spagnuolo


1

RESPLANDOR CIRCULAR

Tus ojos me llaman desde el interior
de sus palabras invisibles, extranjeros
habitando en negativo la piel del tiempo.
Tus ojos tallan mis visiones
como un grito corroyéndose en la emisión
de sus naufragios incompletos.
No veo en mí sino lo que tus ojos
detallan en la neblina de nuestros besos.
Un muelle que toma forma de abismo
y abriga sombras, rutas deshechas.
Manos trasmutadas en pájaros,
soles disipados en la memoria de tus senos,
no veo en mí sino lo que preparas
para nuestra aparición: exilio resurgido.



RESPLENDOR CIRCULAR

Teus olhos me acenam do interior
de suas palavras invisíveis, estrangeiros
habitando em negativo a pele do tempo.
Teus olhos entalham as minhas visões
como um grito corroendo-se na emissão
de seus naufrágios incompletos.
Não vejo em mim senão o que os teus olhos
detalham na neblina de nossos beijos.
Um cais tomando forma de abismo
e abrigando sombras, rotas desfeitas.
Mãos transmudadas em pássaros,
sóis dissipados na memória de teus seios,
não vejo em mim senão o que preparas
para a nossa aparição: exílio ressurgido.


2


AL MENOR RUIDO

La piel revolotea por un enredo de ventanas.
Vestigios de la escena entran y salen, veloces
como la semejanza deshecha en cada beso.
Ella mantiene los ojos cerrados. Él naufraga
en su cuerpo entero. Ella lo guía a través
de intensa oscuridad. Él mastica los hongos
clavados en la espalda de la niebla. Están ambos
fuera de sí mismos mientras dure el cultivo del sueño.
Pequeñas luces encendidas en la médula.
Con una tierna sonrisa saborean nubes,
deshilan el ramaje de locos orgasmos.
Por un instante no hay manera de notarlos.
Después ya no están o jamás retornan.
Sobrevuelan las ventanas, ya sin piel alguna.




AO MENOR RUÍDO

A pele esvoaça por um enredo de janelas.
Vestígios da cena entram e saem, velozes
como a semelhança desfeita em cada beijo.
Ela mantém os olhos fechados. Ele naufraga
por seu corpo inteiro. Ela o guia através
de intensa escuridão. Ele masca os fungos
cravados no dorso da névoa. Estão ambos
fora de si enquanto dure o cultivo do sonho.
Pequenas luzes acesas no espinhaço.
Com um terno sorriso saboreiam nuvens,
desfiam a ramagem de loucos orgasmos.
Não há como notá-los, por um instante.
Depois já não estão ou retornam jamais.
Esvoaçam as janelas, já sem pele alguma.


3


REDONDECES DEL MITO

El cuerpo desnudo extendido en el piso
proveyendo el hambre de ángulos, los golpes
de luz en la pelusa de sus ansias.
Al compás de cada foto me sonreías,
excitando a las aves que se movían en el cielo
de tus piernas, ombligo, senos, axilas.
Palpitabas de un ángulo a otro, trazando
nuevas siluetas de carne y sobresalto,
convirtiendo en denso matorral, collado
o precipicio lo que en otro plano de astucias
eran pubis, pezón o nalgas, signos
expuestos a la revelación de tu mirada codiciosa.
El piso acogía el zumo de tu espejismo
ensayado en gestos que nos volvían reales.


REDONDEZAS DO MITO

O corpo nu espalhado pelo assoalho
provendo a fome de ângulos, os golpes
de luz na penugem de seus anseios.
Ao compasso de cada foto me sorrias,
excitando as aves que se moviam no céu
de tuas pernas, umbigo, seios, axilas.
Palpitavas de um ângulo a outro, traçando
novas silhuetas de carne e sobressalto.
convertendo em denso matagal, serrote
ou precipício o que em outro plano de astúcias
eram púbis, mamilo ou bunda, signos
expostos à revelação de teu olhar cobiçoso.
O assoalho acolhia o sumo de tua miragem
ensaiada em gestos que nos tornavam reais.

Tres de Pedro P. P. Santiesteban



1

LAS COSAS


Quiero concentrarme en la mirada de las cosas
-porque las cosas miran-.
Miran; pero callan.
Quedan a la expectativa de tus ojos,
sintiendo la extraña sensación de la mirada.
LLevo conmigo colgando varias cosas,
recuerdos de antaños que anclan en mi espacio.
Hay medallas y oraciones y amuletos falsos;
pero están conmigo recorriendo el camino.
Los toco, los miro, y susurro despacio
el cuerpo de un deseo.
De vez en vez, cuando la noche apura;
siento un remanso que viene de mis cosas.

2

LA PUERTA Y EL TIEMPO

Yo toqué a la puerta aún cuando la madera estaba verde.
Lo sé porque mis nudillos quedaron marcados para siempre.
He decidido esperar el tiempo necesario, para ver como madura
la madera.
Pero el tiempo se ha ido; se fugó en un descuido de la puerta.
Y allí está mi huella colgando entre rendijas; expuesta a una luz inexistente.


3

PALOMA BLANCA

Hoy quiero escribir pero las manos no me alcanzan.
Se estropean en una carrera absurda
que deja mis dedos flotando en el teclado.
Y es que hay un frio calando en la ventana
donde el rostro se opaca entre cenizas.
Un mundo esquivo teñido de rojo,
envuelto en gasas confusas de colores.
Es la venganza del tiempo que no admite silencios.
Se abre el camino a los disparos,
y un grito al fuego se escucha en cada esquina.
Pobre paloma blanca que surcó mi cielo;
ahora agita sus alas moribunda .


PEDRO PABLO PEREZ SANTISESTEBAN
“La palabra se oscurece y aclara buscando los caminos que transitan por mis manos,
y cuando en ellas estoy, me roba la poesía para encontrar mi imagen sin distorción alguna”.

Nació en Holguín, Cuba. Ha publicado: Poemarios “Marea Alta” , “El Néctar de las abejas”, “En la luz de mi sombra”, “Nota sobre la almohada”, En mi silencio”, “El mundo Interior” y “Lenguaje Interno”. Publicado por: Revistas: Mis escritos/Argentina, La puerta azul/Argentina, Estandarte.com/España ,Revista Almiar/España, Myrtos Escritos/ España. Revista Literarte/ Argentina. Paradoja/EU y Revista Arique, entre otras. Antologias poéticas: Amor Imposible y Horizontes Lejanos.Centro poético español. Cuentos: “Carlota de los espíritus/Luna verde, “Cuentos para un Domingo” . Novelas: “Frente al espejo”, “El viaje sin regreso”
Entre sus premios: Premio poesías-Cuba/1991-Casa del escritor de Marianao. Finalista: Centro poético España y Mis Escritos Argentina(2004/2005). Premio AG de poesía 2007.
Dirige y edita actualmente en Internet: Voces de Hoy y Entre Líneas.
Correo a contactar: pppsantiesteban@yahoo.es
Página personal: http://www.pedropabloperez.net

Dos poemas de Pere Bessó



Del poemario inédito: “Les roses de Lancelot”
Traducción del catalán: Pere Bessò


1

ABRIL EN VAUVERT

Ah tu,
bello y dulce amigo
que en la barra vieja del viento
te bebes el mito
y menosprecias la villa del pino,
no olvides Flebas,
tu hermano fenicio
que arrastrado por la ola
ya no escucha
ni houle
ni goélands,
ni mide el ciclo de las estaciones:
capricho,
zigzag,
la mano del marjal al acecho del arco de la lluvia,
el árbol demediado a la manera de Ponge.



ABRIL A VAUVERT


Ah tu,
bell i dolç amic
que en la barra vella del vent
et beus el mite
i menyspreues la vila del pi,
no oblides Flebas,
el teu germà fenici
que arrossegat per l’ona
ja no escolta
ni houle
ni goélands,
ni mesura el cicle de les estacions:
caprici,
ziga-zaga,
la mà del marjal a l’aguait de l’arc de la pluja,
l’arbre demediat a la manera de Ponge.


2

LUCHA DE CLASES


Eux les Breughel difformes et amoindris.
Maintenant répandus sur la terre.

Hélène Bessette


Los convidados,
el negativo de un gladiador de cartón,
Dudú, el amante imposible, en calzoncillos.
La doméstica que ha leído a Voltaire, Tzara
y un ensayo sobre el siglo de la velocidad
silencia los ladridos debajo del mandil de su sexo
y saca la perra a pasear por el jardín.



LLUITA DE CLASSES


Eux les Breughel difformes et amoindris.
Maintenant répandus sur la terre.

Hélène Bessette


Els convidats,
el negatiu d’un gladiador de cartró,
Dudú, l’amant impossible, en calçotets.
La domèstica que ha llegit Voltaire, Tzara
i un assaig sobre el segle de la velocitat
silencia els lladrucs davall del mandil del seu sexe
i trau la gossa a passetjar pel jardí.


PERE BESSÓ nació en València, España. Es Licenciado en Filología Moderna. Catedrático de Lengua y Literatura Españolas en el IB de Mislata. Publicó, inicialmente en castellano, una plaquette "Cenáculo de Sombras" (1972) y un poemario "Imágenes" (1976) perteneciente a una trilogía que el autor dejó inédita. Participó activamente en la movida generacional de la poesía de los 70: dirigió la revista de poesía "Múrice" i animó amb Carme Soto, Marc Granell y tantos otros las tertulias de "Almirante", "San Patricio", "Ascot", etc... Codirigió la colección de poesía "Lindes" con los profesores universitarios y poetas Ricardo Arias y Ricardo BelIveser, y "Fuentearnera" con el profesor, editor y poeta Amós Belinchón.
El invierno de 1986 señala el nacimiento de las tertulias de "Els Dimarts literaris d'Arana", en el histórico Barrio del Carmen de la ciudad de Valencia, que animó con el manegador/manager oficial, Manel J.M. Romero. Pronto, a su calor, nacerían las reconocidas plaquettes de "La Forest d'Arana", cuya colección llegaría a más de cincuenta cuadernos representativos de la mejor poesía valenciana, dando lugar, además, a diversas ediciones colectivas (poetas valencianos por el No a la Guerra) y homenajes, como los tributados a los trobadores, Joan Valls i Jordà o Joan Brossa, y cuyas lecturas y presentaciones de libros, happenings y perfomances duraron más de cinco años consecutivos.
En catalán ha publicado por este orden: "Herbolari de silencis" (Miniatures de Lindes, 1978); "Mediterrània" ( Premi Pasqual Assins i Lerma, ed. Vila de Catarroja, 1979); "L'Alter Ego" (Ed. Fernando Torres, 1980); "Una Estança a Alessandria" (Premi Ausiàs March-Senyoriu de Beniarjó, 1982, Ed. El Cingle, 1983); "Prims Homenatges" (Iº Accèssit del "Vicent Andrés EstelIés", 1979. Ed. 3i4, 1984);"Les llimes de la Vosgiana" (Ed. de la Guerra, 1987); "Pagaràs els ous de cugul" (Premi Ausiàs March-Aj. de Gandia, 1987. Ed. 62, 1988); "La Terra Promesa" (Ed. Bromera, 1989); “Planetari” (Ed. La Forest d´Arana”, nº 25, València, 1992); “Iteràncies, interferències i grafitis (1993-1994)” (2on Premi II Certamen de Poesia “Vicent Andrés Estellés”, Burjassot 1995, Ed. Bromera, 1997); “Minimals” (Premi IX edició dels Premis de Literatura Breu, Vila de Mislata, ed. Ajuntament de Mislata, 1999); “Narcís de la memòria” [Premi Vicent Andrés Estellés XXIX Premis Octubre, 2000, ed. Eliseu Climent, col. Poesia 3i4, nº 104, 2000], Premi de la Critica de l’IIFV [Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana] (2000); “El pou de la set que no assacia” (Russafes Nº 1, Rialla Ed, 2005); “El Quadern de Malta” edición bilingüe castellano-catalán (Ed. Libros de Alejandría, Buenos Aires, 2006).
Poemas y trabajos suyos han aparecido en diversas antologías, estudios y revistas especializadas. Ha traducido al castelIano y al catalán poemas de D.H. Lawrence, Rustebues G. Apollinaire, I. Bonnefoy, M. Dupastre, Michel Déguy, E. Pound, J. Donne, Ronsard, A. Lowell, G. Grass, Marta Zabaleta, Robert Gurney...
Compagina la docencia con el trabajo político, la traducción y la creación literaria. Desde principios del 2005 está empeñado en la confección de una Muestra bilingüe de la poesía argentina de la segunda mitad del s.XX desde la perspectiva de género, lo que le ha permitido ir traduciendo algunas de las voces más representativas de ese país.

Tres poemas de Graciela Bucci



1

BRINDIS

“(…)Aunque ahora supiera dónde perdí las llaves y confundí las puertas
o si fue solamente que me distrajo el vuelo de algún pájaro,
por un instante, apenas, y tal vez ni siquiera(…)”
“Les jeux sont faits” Olga Orozco


para no arder
sin conocer el centro de la noche
para exaltar la secreta admiración del gozo
sin nieblas testimonios de un cuarto a la deriva
sin dedos que busquen la veta en la piel lisa
antes que la hojarasca se pudra en el otoño

para que la simiente
reivindique el fermento y la llama
la esencia en la última gota del cáliz

para poder
finalmente
vivir
sin muros que me exilien
sin ojos que profanen la sombra ni el intento sin uñas que desarmen la
/sutura ni el margen
para no caer
irremediablemente
arrodillada sobre la tierra estéril

haré trizas la copa del prejuicio
y
por fin
atrozmente serena
brindaré.


(de: Un orden diferente)



2

Desde la tinta



me devora el poema
muerde lentamente los tejidos
las palabras pretenden dibujar el contorno
competir con la mano que investiga

se ramifica
el deseo
hasta en los huesos

la ropa queda a un lado
testimonio de un pretérito
imperfecto

puedo viajar por el pasaje donde la luz niega el secreto
recorrer huecos y aristas
sin hartarme
y hasta podría simular la entrega
inventar algo distinto

si fuera necesario

una mentira.



(de: Un Orden Diferente)




3

MORADA


“Cuando se ha soñado tanto con el cáliz de una flor, se recuerda de otro modo la casa perdida, disuelta en las aguas del pasado.”
Gastón Bachelard



mi morada
nunca tuvo espacio
solo fijó raíces para no perderse entre la hierba

fue refugio
fue nido
fue guarida
un templo personal


afuera
la tempestad aguarda
niega la huella
empaña los sonidos
aniquila el coraje

mi morada
fue madre loba cuando acechó la bestia
fue instrumento para afrontar el cosmos
fue celda y mundo
fue soplo y roca

certeza y sueño.



(de: Las fronteras posibles)





GRACIELA BUCCI

Nació en Buenos Aires, Capital Federal. Es docente. Publicó algunas de sus obras en periódicos y revistas literarias de Argentina, Uruguay, Venezuela, Chile, España, entre otros países. Presentó en octubre 2001, un libro de Cuentos Breves: “Detrás de las palabras...el eco” que fue galardonado con la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). El poemario: “Un orden diferente”(2005), mereció la Primera Mención de Honor en el Concurso Autores Contemporáneos del Departamento Judicial de Lomas de Zamora con el auspicio de la Dirección de Cultura de la Provincia de Bs.As. En junio de este año presentará el poemario “Las fronteras posibles”.
Participó con sus obras en prestigiosas antologías de Argentina, España (cuentos y poemas), Viena.
Está preparando la edición de su próximo libro de cuentos.
Ha recibido numerosos premios en el ámbito nacional e internacional. Algunas de sus obras han sido traducidas al catalán, al portugués y al alemán.
Actúa como Jurado en concursos Literarios nacionales e internacionales.
Es miembro de varias asociaciones literarias de Argentina.
Participa ininterrumpidamente en congresos literarios nacionales e internacionales.
Es coordinadora de Talleres de Creatividad Literaria.

Dos poemas de Susana Szwarc



BÁRBARA

Ese cuerpo excesivo
aún después del strip-tease
es tan leve como el mejor
afiche ante mis ojos.
La estética del póster
me hace sonreír
y mecerme en la silla de mi casa
(al compás del ritmo ajeno).
¡Ah! es exactamente igual
que ofrezca Bárbara su carne
-de verdad, de mentira-
para mí.
Su nombre acerca a mi memoria
el poema de Prevert
aunque ella insista : “mirá, también me llamo Sonia
y no hay en mis manos ni crimen ni castigo”.

Pero ninguno de estos recuerdos
sirve esta noche,
ella está allí, quitándose siempre
su ropa dorada, justamente para llevarnos al olvido
y su cuerpo es un mapa perfecto,
un territorio para abrazar,
arrojar monedas,
atrasar relojes.

De pronto ya no sé qué sucede.
No hay ruido de pulseras en la habitación de al lado
y la música que sale de la radio,
que despierta a los vecinos,
me afecta el sentido del gusto, la clarividencia.

Un hombre, otro hombre,
abraza a Bárbara.
Bárbara tristeza la del hombre
que la abraza y no apaga así
sus lágrimas de carne.
Pero el llanto es de los dos
y valen nuestras monedas.



¿POR QUÉ SONREÍA?

Alguien arroja un huevo
crudo (podría ser también por agua),
hacia la zona de montañas, altísima,
justo en el lugar de las nieves eternas.


Ese gesto es trivial, tan cruel (casi)
como el gesto del asesino que arroja
cuerpos
al océano
pero que, por algún motivo del azar, se ve
en los ojos de la víctima, que le sonríe.
¡Ah!, cada día, cada noche,
la misma inconcebible pregunta:
¿por qué sonreía?
o aun: ¿por qué me sonreía?
Y cada vez
el verdugo cierra los ojos, aprieta los oídos
como esos niños atormentados por los gritos
de una madre todavía inexplorada, y se muerde
los labios.
-No hay que aceptar la pregunta- piensa.
No le dice a nadie lo que piensa.
Mientras la frase no le salga de la boca
nadie (nadie) contará el cuento.
Ahora (que alguna vez es siempre),
la dignidad de la montaña
resbala junto con la yema.


Hay manchas de luz.
La noche es negra y blanca:
como no saber si es de día
o se hizo pedazos la montaña.
Ninguna jarra para guardar un trazo
de la nieve, ni regazo.


Si algún tierno, tesoro,
deforme (¿yo, vos?)
mirara hacia allí diría,
entre lágrimas claro,
-¿cómo cuelga así? Cáscara, yema,
montaña.
La caída de qué letra, o paisaje
sin reparo.


¡Ah!, pero el tiempo no se queda quieto. Sopla.
Declive


Por el ojo de la cerradura vemos
cómo deja la palangana en el suelo: tiene agua. Ahora
no se ve. Hasta que levanta la mano
blanca, la misma con que la prisionera (jovencita
en Siberia) llevaba maderos hacia el barco.

¿Y las niñas? en la escuela
atrás de la vía.

Tiene una gillette y el ojo apoyado en la cerradura mira
su negra axila de abeja-madre. Arrasa. Algo se corre.
En el encuadre, un ojo mira al otro.
Si me estiro veo
la palangana (llena) de estrellas y abedules
también blancos: habría nevado.
(El hermano, sobre la nieve, corre
a la muchachita y ahora los ojos ya no ven.)

Atrás de la vía:
campanas.

Va a salir. Hay que correrse. Abre la puerta y desparrama
el agua (turbia) al gallinero. Nubes la alejan, hacen pasillos
hasta que tiende más ropa en puntas de pie. Los brazos en alto. Abrocha.

¿Cómo hallar ahí dónde posarse?





Susana Szwarc, nació en Quitilipi, Chaco, Argentina.
Publicó: “El artista del sueño”; “En lo separado”; “Trenzas”; “Bailen las estepas”; “Bárbara dice:”; “El azar cruje”; “Una felicidad liviana” y en literatura infantil: “Había una vez una gota”, “Había una vez un circo”, entre otros. Obras de su autoría fueron llevadas al teatro.
Ha recibido premios y becas: Premio UNESCO, el Premio Antorchas a la Creación Artística, Beca del Fondo Nacional de las Artes, Premio único de Poesía de la Municipalidad de Buenos Aires, premio concurso internacional de cuentos Julio Cortázar, entre otros.
Ha sido partícipe del Plan de Lecturas por Hebe Clementi.

EDIFICIO, una novela en escombros



Fragmento


En la planta baja del sexto piso funciona a veces casi nunca el quiosco "Chupate Esta Mandarina". El encargado ocupa ese puesto como recompensa a su de ningún modo desmentido y tal vez hereditario atolondramiento, y su labor deja bastante que desear. Las consecuencias que esta actitud acarrea son tan fáciles de suponer que hasta yo supongo. Al menor descuido, ante la más pequeña insinuación, la pila de mandarinas se despreocupa del equilibrio y se explaya por el piso, y uno que anda por andar justo acierta a pasar por ahí, hace como que nadie lo mira y se inclina, levanta una cualquiera y se aferra a ella con la mejor intención, y en el momento de usarla la mandarina se niega a responder, hace un ruido extraño, no cumple con lo que su envase promete, en fin, falla. Así, uno que a la mañana a duras penas abrió los ojos, y se lavó la cara con jabón dos veces, y se considera un buen tipo de los que no le hacen mal a nadie, y fue a hacer algo en el edificio porque no sabe hacer otra cosa o por lo que sea, sale a la calle a la tarde o más tarde a pesar de todo de lo más contento, radiante con la mandarina en su poder, y ese ensayo de felicidad dura hasta el momento en que la muerde y pretende chuparla, entonces y sin escalafón se convierte en un resentido social o en un amargado para toda la cosecha o en una piltrafa humana. Y después se pasa la noche pensando en quién es realmente uno, de dónde viene a estas horas, adónde va tan apurado, qué hace despierto hasta tan tarde, y lo más importante, el nudo del gordo, la pregunta del millón de respuestas, por qué la mandarina dista tanto de ser jugosa. Y con tantos interrogantes que lo interrogan no puede dormir, y mucho menos soñar, y da vueltas y vueltas en la cama, y la cama se queja, y en medio de la noche uno dice la pucha digo o lo piensa en voz baja y no lo dice, y lo único que desea es oír pronto el despertador para volver lo antes posible al edificio, pues presiente que allí no le han dado lo que le correspondía, y por momentos piensa que no tendrá tiempo para que la justicia estalle en mil pedazos y atrapar aunque sea uno en el aire, justicia al voleo que le dicen, y entonces llega temprano y se va tarde, y mientras tanto acepta hacer cualquier cosa sin importarle si le pagan poco o poco, y trata de hacer lo conveniente aunque a lo mejor no sea lo convenido, para ver si a la salida, sobre todo si es un viernes impar, tiene suerte y de casualidad al agacharse levanta la mandarina que le estaba destinada.


MARIO CAPASSO nació en Villa Martelli, localidad del Gran Buenos Aires, República Argentina, en la que continúa residiendo. Literariamente, se ha formado con Beatriz Isoldi, Nilda Adaro y Federico Jeanmaire.
Ha publicado tres libros: EL FUTURO ES UN TROPEL ABSURDO, cuentos, año 1999, EL EDIFICIO, Una novela en escombros, novela, Ediciones AQL, año 2002., PIEDRAS HERIDAS, cuentos, Ediciones Corregidor, año 2005. Este último obtuvo el 2do. Premio del Fondo Nacional de las Artes, año 2003. El jurado estuvo integrado por Ana María Shua, Vicente Battista y Juan José Hernández.
Ha escrito un volumen de cuentos y dos novelas, que permanecen inéditos.
Actualmente escribe una novela breve.

Dirección de correo electrónico: mcapasso340@hotmail.com
Página web: www.textos-en-escombros.com.ar

.

Poemas de Mario Lamique



* El colectivo recorría calles de adoquines y la botella ,vacía y por el piso , rodó hasta caer en el hueco de la puerta. Sin querer, sin darnos cuenta, nos acordamos de la muchacha

EMBOTELLAMIENTO

-Ya no más
-sólo un poco más
la voz de alguien cuando escapa,
se escapa también.
-sólo un poco más!! – Gritamos
-un poco más ¡!- Gritamos
* másssss!!!!!-Gritamos
por única respuesta la muchacha, huyó para adentro
suyo,
se enfrascó
se embotelló
dijeron después, pero como chiste
sin poesía lo dijeron después.
Embotellada solamente tenía tiempo para alejarse,
pero sin avanzar
dejando espacio para la triste manía
de llorarse sentada y triste, manía de no avanzar.
La muchacha
(hoy botella) de vidrio,
desaparece
en estática ausencia, sin irse, solamente no estando
no contestando
no decidiendo
no escribiendo
no aceptando aunque ella pida no pidiendo ni lo que le dan .
-Ya nunca más!!!-
Ahora la que grita es la muchacha y nosotros ,
nos dejamos absorber por nuestro silencio,
casi como si no estuviéramos
casi como si no
nos importara
ver
que
se va.

Aunque hables despacio, siempre vas a decir todo aquello que intentás callar

*

SIN PUNTUACIÓN, CADA UNA DE ELLAS

Con voz
que se disuelve en tu boca antes de salir
que casi no se oye
que se intuye
que se diluye
que salpica palabras
suaves palabras
indecisas palabras
que son sólo palabras
pero se disfrazan de misterio cuando logran salir
cuando logran vestirse de sonido
cuando logran huir de la timidez
que son sólo palabras pero
despilfarran ausencia y
se burlan de la voz que las quiere conquistar
que son sólo palabras pero

como un cuento corto
como el cuento más
corto
cuento de siete palabras
es una sorpresa cada una de ellas
está aprendiendo a caminar cada una de ellas
es una traición cada una de ellas
está regresando cada una de ellas
es una caricia
es una trampa
es un camino son dos
es una esquina
cada una
de ellas.



solamente, por no querer molestar.
La hermana que disimula su presencia poniendo
cara de inmensidad
de arco iris cuando sonríe
de lejanía, de
tan grande no cabe, ni en una casa
ni en una ciudad
ni en un poema
ni en una mirada,
Gisell gigante boca de barco
aunque lo quiso y lo pensó,
no puede como la muchacha
Huir,
y decidió
quedarse como fortaleza inasible que nunca se podrá descubrir
quedarse como un muro sin saber que hay del otro lado
quedarse con su cabello como maleza
quedarse horas y días y años mirándola sin terminar jamás, los que se quedaron intentaron terminar
de mirarla en una sola mirada,
todavía en eso
están .

Escribir , a veces, le daba sentido a su silencio para con los demás.
*
HERMANA ESCRIBIENTE

La hermana que escribía
devoraba pétalos de jazmín que no
tenían gusto a musa pero menguaban ,
la soledad de la hoja en blanco
de la silla en blanco
de la llamada en espera
de la mirada en blanco.
Que dejara de escribir no le fue notorio
a la ciudad ,
ciudad sin palabras, porque
las letras no sabían convivir
no solían estar juntas,
se dispersaban , aún
sin ser reprimidas.
En su delgadez no pudo ni supo
no quiso ni dejó de intentar, esto ,
de sostener lapicera entre sus dedos .
Cuando la muchacha de vidrio
resolvió huir se tropezó con el cuerpo de la hermana;
sin
lapicera
con
hoja en blanco
y desangrada en pétalos, como era de prever.

*




MARIO CÉSAR LAMIQUE, nació en Uruguay.


Participó en los talleres literarios de Mario Morales(poesìa), Dante Cogolani (Dramaturgia) y Susana Szwarc (Relatos). Hizo el Curso de Corrector Literarios en el Instituto Mallea.

Su cuento “Los Robadores” ha sido seleccionado en el concurso Creaciones Literarias, reunido en “El libro y su autor”, cuentos publicados en Lulú.com.
Es Finalista del Primer Certamen Contextos de Relato Breve auspiciado por la SADE.
Varios de sus cuentos fueron leído en el programa “Los del piso 12”, Radio Cultura, Radiomaquinación, Radio Argentina.
Algunos de sus cuentos se encuentran publicados en el Diario Virtual Minutouno.com y en el Blog radiomaquinacion.blogspot, especial fin de año revista Nueva Sinergia.


Coordinó el taller literario “Convocando Musas” (Zona Sur Bs. As.) También ha participado en la Producción y redacción de programas radiales para DM Enterteiment (DanielMinujin).
Actualmente es columnista de la Revista del Sur, dedicada a la temática del tratamiento de adicciones.



Contacto: mlamique@hotmail.com
lamiquem@yahoo.com.ar