domingo, 18 de mayo de 2008

Tres de Gustavo Tisocco



1

Irme de mí,
de los espacios y el encierro,
dejar las noches,
trepar avatares de polvo
ser por un instante nadie,
olvidar las dudas,
los anhelos y certezas.

Irme de todo y de nada,
ser isla entre edificios de piedra,
pernoctar el silencio y los miedos,
descubrir lo ínfimo, lo gigante,
estallar de risa,
sangrar viejas cicatrices,
ser en el preciso instante exilio.

Irme y retornar rebelde,
ser simple mortal,
equivocarme,
hundirme en el barro,
ignorar los espejos,
sentir todo el dolor,
vibrar con cada melancolía.

Irme y retornar emoción,
acariciar el suelo,
ser semilla, sendero e instinto,
inquietar a las estatuas,
embriagarme de musgo
y quedarme en mis derrotas
aplaudiendo.

Irme de mí,
retornar a lo que soy.


2

Juguemos en el bosque
si la bestia no está.

Si el lobo está
juguemos a la escondida.

Si te encuentran
jugarás a la mancha de sangre.

Aunque la sangre no veas
jugando al gallito ciego.

Si ríes, con la venda en tus ojos
irás a la ronda de San Miguel.

Allá en el cuartel olvidarás
direcciones, nombre de amigos
y perderás al ahorcado.

Una señorita de San Nicolás,
que sabe tejer, que sabe bordar
no quiere abrir la puerta para ir jugar.
Inquieta espera que regreses,
pero en la rayuela llegaste al cielo.


3

ORUGA

Me increpo en el piso,
me arrastro,
sé del frío,
del cemento,
la pradera.

Ignorado
bestial
insignificante
partícula ínfima
alimento de águilas.

Paciente
previsor
calmo
certero
vital.

Aguardo...
Me crecerán alas, lo sé.

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