sábado, 12 de julio de 2008

Gustavo Tisocco

Tómame


Has dejado caer la copa de vino sobre mi radiante ofrenda. Has creído en Dioses que hurgando en ti nunca sentiste cerca. Te has percatado que hay infiernos, arenas, olvidos, aún así, dejaste sobre el altar manojos de suspiros, de mártir cobardía.
Has sembrado sobre mi estéril boca el dulce néctar que me embriaga. Inerte mi lengua precipita espasmos en tu desolada huella. Desnudo liberas cicatrices desde tus abismos.
Eres diadema intacta, sentido puro, frágil razón y marchas sobre mi sed, insigne escultor del aire.
Levanta el vino derramado y acepta esta ofrenda desde el lecho fiel de mi templo. Toma el sacrificio y hazme instinto puro, cetro, estatua noble.
Tómame y cuando tu seas mi sangre y yo tu néctar reposaremos en el manto azul de una eternidad cierta.

¡Tómame...!

No hay comentarios: